domingo, 30 de agosto de 2020

¿Y SI FUERA VERDAD?




Me ha dicho la extraterrestre que los billetes para 5 dimensión ya están vendidos, y que el paso es inminente. Mira que si fuera verdad…

Yo, por si las moscas, me he empapado un poco de lo que significa todo esto. Al parecer, la Tierra no nos necesita para su ascensión; nosotros a ella, sí. Por otro lado, esto ya no se sostiene de ninguna manera. Incluso los tres Arcontes que gobernaban el planeta han salido pitando, saben que en las películas los buenos siempre ganan y no quieren la derrota.  

Solo queda esperar.

Según he visto, la quinta es una pasada. Para movernos ahí, necesitamos conectadas las 12 hebras de ADN (ahora solo tenemos 3 activas, faltan nueve: esas que los listillos dicen que están ahí, pero que no sirven para nada; ¡madre mía!, ¿has visto que sobre algo en esta perfección de cuerpo?...). Lo que ocurre es que nos las desconectaron para manejarnos, y ha llegado el momento: ¡no más control!

Como decía, vamos a pasar de tercera dimensión a quinta, un salto sin precedente: como si te mudaras de un suburbio a un palacio. Claro que los habrá que no se fíen y se quieran quedar en tercera, pues, hala, a seguir ahí, sin problema. Yo ya estuve en quinta dimensión, me colé por una ranurita de nada y duró muy poco, lo que ocurre es que no sabía lo que estaba viviendo y me asusté, era como tener el cielo en la tierra, increíble, mágico, espectacular.

Bueno, que el salto es grande. Pasamos de 3D a 5D, porque la cuarta dimensión nos la saltamos (es una dimensión de espera para los que no han terminado de completar “el expediente”). Y no hay que tener miedo. Es como si todo se comprimiera para volver a expandirse, o eso dicen.

Yo estoy deseando que ocurra. ¿Y si fuera verdad que, para la gente de quinta dimensión se acabaron los lunes, el sufrimiento, las farmacias, el hambre, los bancos, los nubarrones, la telebasura, el dinero, las malas noticias, la enfermedad, el fin de mes, los domingos sin sol, las averías del coche, el vecino coñazo, la inseguridad, los impuestos, el covid, las mascarillas, el miedo…? Ufff! Me voy a poner el tinte del pelo para que la transición me pille con la cara lavada y recién peiná. Y tú, ¿ya te duchaste?

Mercedes Alfaya.

sábado, 15 de agosto de 2020

¡QUE LO DISFRUTES!



Lo primero que tienes que saber es que eres un ser perfecto.

Si algo te perturba en este momento, déjalo pasar, porque en tu línea de vida eso tenía que ocurrir para que avances en esta dimensión y tu aprendizaje se vaya completando. No mires atrás, solo aprende de lo que llamas “errores”, que no lo son. Lo que existe son oportunidades y resultados que se dan a través de las acciones: si haces esto, obtienes este resultado; si haces eso otro, obtienes ese otro resultado, y todos válidos. La cuestión es que tú quieras obtener un resultado A cuando estás actuando desde una premisa B, ¿lo comprendes?

Te hablaré del “atasco”. Por ejemplo, te sientes mal por alguna cuestión y piensas que todo está en tu contra… Esto se resuelve de forma muy sencilla. Lo primero es saber que el Universo siempre está de tu lado, hagas lo que hagas; y te quiere y te acepta tal como eres (lo que deberían hacer los padres con sus hijos). A partir de ahí, todo fluye, porque habrá otras oportunidades de subsanar aquello que tú piensas que no se hizo (o no ocurrió) como tú crees que tendría que haberse hecho (bajo tu criterio, claro). Y si tienes paciencia, confías y pones interés, vuelve la oportunidad de mejorarlo.
El que algo salga “a tu gusto” no quiere decir que sea favorable para ti, pero de eso ya te darás cuenta con el tiempo, cuando vayas dejando atrás los programas, esos que te dicen cómo deben de ocurrir las cosas sin tener en cuenta que todo cambia y que las reglas generales no funcionan, porque somos seres únicos.

Y después de esta parrafada, te cuento un secreto: al final, se oirá una enorme carcajada, y te darás cuenta de que nada de lo que has vivido existe más allá de una simulación, un juego en el que te viste inmerso. Y reirás y llorarás al mismo tiempo, como si hubieras descubierto una broma algo molesta y dolorosa, pero, al fin y al cabo, una broma. Y despertarás del sueño y verás que todo está en su sitio. Y aparecerá un espejo gigantesco donde comprobarás que lo tienes todo, y que eres un ser grandioso y exquisito. ¿No me crees? Pues, te mando un adelanto en forma de sorpresita que te va a encantar. ¡Que lo disfrutes!