Estoy
con un video de «La caja de Pandora» donde la doctora María Dolors Obiols habla
acerca del nuevo paradigma y los nuevos valores, que ya tendrían que haberse
instalado entre nosotros, sustituyendo los antiguos.
Me parece muy interesante lo que dice, porque, antiguos valores como: el esfuerzo, la complejidad, la dificultad, el control… en los que antes nos apoyábamos y a los que dábamos un valor absoluto en nuestras vidas, como algo incuestionable y que no podía ser de otra manera, porque se consideraban imprescindibles para nuestro desarrollo y avance por estos lares, ahora se están sustituyendo por otros nuevos, mucho más acordes con lo que de verdad funciona.
Y es que parecía que si algo no costaba esfuerzo, no resultaba caro, escapaba a nuestro control o no requería un trabajo arduo (con el sudor de tu frente), es que no valía.
¡PUES NO!
Aquí el nuevo paradigma con valores más acordes a nuestros tiempos, menos mentales y más proyectados con el corazón.
Valores como: La
sencillez, la facilidad, la vida (opuesta al control), la simplicidad… Esto tiene que ver con un “déjate llevar” “todo
es sencillo” “confía” “no rebusques nada, todo te va a llegar si lo necesitas”…
El
nuevo valor que más me ha gustado hasta ahora (llevo 28:04 minutos escuchados
de 1:43:00) es el que se refiere a La Vida: la vida es opuesta al control,
porque es imprevisible. Eso de programar, planificar, prever… es bastante
incompatible con la vida. La vida está en un constante proceso de transformación,
te sorprende, se ríe de todas tus previsiones, tus conjeturas, tus
interpretaciones de lo que ocurre y de lo que va a ocurrir. Y si no, que se lo
digan a los que se llevaron el aceite, el arroz, los rollos de papel higiénico
y la leche de los supermercados pensando que les iba a faltar: si vivimos en la
carencia, por mucho que acumulemos, siempre tendremos escasez (es lo que
atraemos). Por eso, deja que la vida ocurra y cámbiate al nuevo paradigma, con
los nuevos valores; ¿o te quieres quedar en tierra (J)?
Sigo
escuchando a la doctora Obiols…, ya te contaré.
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