No sé de dónde vino
la respuesta, pero fue un “SI”. ¿Y cómo se hace eso?, pregunté.
─No existe un mundo
en el que vives, existe “tu mundo”, el tuyo, el que tú has creado.
─Sí, hombre ─me
dije─, como que yo voy a querer que me ocurran cosas malas. Si yo pudiera crear
mi mundo, esto, desde luego, lo eliminaría, y aquello, también.
Y la voz dijo: «¿Y
por qué no lo eliminas?».
─¿Cómo voy a
eliminar, por ejemplo, el que mi casero me haya dicho que me tengo que ir del
piso y no encuentro nada?
Y la voz dijo: «Para
encontrar algo, primero hay que desear encontrarlo. Y tú no te quieres ir del
piso, por eso no encuentras otro donde mudarte. En cuanto comprendas que nadie
te está echando del sitio donde vives, sino que te están dando la oportunidad de
salir de tu zona de confort (igual porque ya lo necesitas, o porque algo mejor
te espera lejos de ahí), seguro que encontrarías algo y seguro que le darías
las gracias a tu casero por “el empujoncito”.
─Ya. Pero, ¿cómo
modifico, por ejemplo, el que me sienta ignorada, el que no soporto a mi madre,
el que voy mal con mi pareja, mi trabajo es una mierda…, y todo eso que rodea
mi mundo?
─¿Por qué lo quieres
modificar? ¿Por qué no modificas tu forma de mirar todo eso? ¿Has probado a
cambiar de gafas? Cristales verdes, nos muestran un mundo verde. Cristales
negros, nos muestran un mundo negro. Malvas, un mundo malva… Y podrías
preguntarte, pero, entonces, ¿el mundo de qué color es? Y yo te diría, ¡qué más
da! El mundo siempre será del color que tú lo mires. Si tu relación de pareja
no funciona, ¿por qué no sales de ahí? Si no aguantas a tu madre, ¿por qué no
la aceptas como es y no tratas de que sea como tú quieres? Si tu trabajo es una
mierda, igual es que trabajas en algo que no te gusta. ¿Por qué no lo dejas y buscas otro?
─Sí, claro, y,
mientras, la hipoteca se paga sola, ¿no?
─Te diría que sí, que
si das los pasos adecuados, empiezas a ser tú y a confiar en ti, sí que se
pagaría sola, pero como no me vas a creer, mientras, te digo que te tomes el
trabajo como esa medicina que está muy mala, pero que te ayuda mientras el
cuerpo se cura (mientras encuentras lo que quieres) Y, ojo, que curarse no es
sanarse. Hablaremos de esto en otro momento.
La voz se fue y me
dejó mirando el infinito para que comprendiera que el infinito soy yo, y que yo
soy el infinito, porque todo lo que existe está dentro de mí. ¿Que no? Prueba a
mirar tu mundo como si todo estuviera ahí, no para joderte, sino para ayudarte
a avanzar, a que menees el culo.
Xiahonik.
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