Foto: Mercedes Alfaya
Recibe el don de la Sabiduría entretejido con el don de la
Abundancia. En ti, estos dones están entrelazados. No se parecen a ningún otro
don que pudieras adquirir en el futuro, porque estos son los que la Providencia
ha reservado para ti.
Nuestra intención es que cada día vayas descubriendo todos los tesoros que se
esconden entre los enrejados del Mundo, de manera que, la existencia se te
convierta en una aventura.
Hasta aquí, tu camino está trazado con la luminosidad que te ha sido
facilitada. Y, aunque, en algunos tramos te has entretenido más de lo debido,
no te ha restado ni un ápice para que sobrevueles presto al siguiente tramo. Tu
habilidad y tu inteligencia son dos herramientas muy potentes que has de trabajar
a menudo. La habilidad se puede ejercitar con técnicas ancestrales como las que
utilizaban los monjes con los iniciados. Busca esa información y aplícala a
diario. La inteligencia solo es una consecuencia de la evolución, algo que en
unos seres está más desarrollada que en otros. En este sentido, la tuya podría
decirse que roza el notable. También se puede superar nota, porque la
inteligencia no es otra cosa que saber dejar correr el agua que no has de beber
y extraer el néctar de todo aquello que te puede resultar favorable; siempre
con el debido respeto a la naturaleza, al prójimo y a ti mismo.
En cuanto pase la época de estío, notarás que se te pide algo más de tarea en
lo que, hasta ahora, vienes desarrollando. Tu labor, en este sentido, es
magnífica (y mejorable).
Con respecto a las dudas que asaltan tu mente, te diremos que no has de
preocuparte por nada, ya que todo esto es un estado de conciencia y, como tal,
ha de fluir de la manera más ligera y armónica. Confía en el Espíritu Santo,
que es el que te asiste en cada momento, y los problemas se disiparán. Tu
misión es muy concreta; guiar y acompañar, nada más. De manera que los nudos de
los demás deben formar parte de la vida de los demás (y esto incluye a tus
familiares más cercanos). Muy distinto sería que ellos pidan tu ayuda de
corazón y tú se la ofrezcas, también de corazón. Pero no trates de avanzar
mucho más, porque todo necesita un ajuste antes de ser iluminado. Deja que
nosotros, los seres de Luz, los grandes Maestros, el Espíritu Santo, la madre
Tierra y la Providencia hagamos nuestro trabajo y te pidamos colaboración
cuando la necesitemos. El ir por delante no es lo que da ventaja. La ventaja
está en saber dónde está colocado el objetivo y esperar a que lleguen los peregrinos.
Por lo demás, ya sabes que eres eterno, como eterna es la vida.
Aventúrate a vivirla y a beberla en toda su inmensidad; es toda tuya.
Mercedes Alfaya.
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