domingo, 19 de mayo de 2019

Viaje a las Pléyades (cuarta parte)

                                                                    

           Hoy, en las Pléyades, toca hacer Nada. 

Sí que puedes utilizar la Consciencia, pero con consciencia. 
Piensas en colores y aparece este dibujo. Así de simple.

           En las Pléyades (a las que también se les llama M45) se holgazanea como en todas partes. Pero, claro, al no disponer de cuerpo de carbono como en la Tierra, lo del “descanso” es un decir. Y, como el tiempo aquí no existe, lo del “día libre” tampoco sería correcto. Por eso, quédense con: “Hoy toca hacer Nada”, y listo.          

                
                                                      
Aquí dos de mis compis en un sofá que encontraron vagando por el espacio
 (la contaminación humana que llega a todas partes…).


El caso es que les pregunté a los mandamases si en mi tiempo de Nada podía ver “Serendipity”, una peli que me encanta. Hicieron un gesto raro, como encogerse de hombros, pero sin hombros. Traduje que les daba lo mismo; total, estaba en Nada y, además, aquí tienes libertad suficiente como para hacerte responsable de tus actos. Así es que me dieron vía libre.
                                
                                                   
        


Ya sé que, si no soltamos los egos, las emociones y todo lo que se nos pegó al cuerpo y a la mente no avanzamos. Pero, bueno, que, como se suele decir, hasta para morderte las uñas sin arrastrar los pellejos existe un tiempo de aprendizaje, y en ello estoy, a ver si consigo desprenderme por completo del gustillo de ver estas pelis tan románticas, jeje.

 En fin, que la película completa no la tenían en el circuito de conexiones con la Tierra, pero sí este vídeo tan especial: 
   
     Les dejo el enlace:  Serendipity

   
      Se lo conté a Mirunia, una amiga pleyadiana, y dijo que a ella le hubiera gustado visitar la Tierra para saber cómo se vive ahí. Y, como la siguiente manifestación de los pleyadianos en el planeta está prevista para primeros de junio, la he animado y se acaba de apuntar al viajecito interestelar con destino "La Tierra".
     Por eso, hoy, en mi tiempo de Nada, le anoto instrucciones de cómo es el planeta y la forma que tienen mis expaisanos de manejarse allí.
    
     Resulta difícil explicarle a una extraterrestre de 5ª dimensión, por ejemplo, que, en la Tierra (3ª dimensión) la gente se maneja con programas implantados donde repiten patrones erróneos provenientes de sus progenitores y familiares; que todavía piensan que su vida depende de lo que ocurre fuera de ellos; que ignoran que el prójimo (ese que tanto les molesta) también son ellos mismos, o que la enfermedad está ahí para avisarles de que existe incoherencia entre lo que piensan, lo que sienten, lo que dicen y lo que hacen; además de que la gente se deprime o se estresa porque viven en el pasado o en el futuro, pero nunca están en el aquí y el ahora. "Será en la Nada o el Absoluto", me corrige ella. Bueno, eso es aquí, en las Pléyades, pero en la Tierra donde todavía ignoran que solo existe el momento presente, mejor quedarnos con la expresión de tiempo y lugar "aquí y ahora", le confirmo. 


    No sé, no sé…, yo creo que esto a mi amiga le va a resultar un tanto arcaico, deslucido y absurdo. Mejor le doy la ubicación de Suiza, dónde venden los mejores chocolates del mundo y lo demás que lo descubra ella. 
   
                                                                     

Nombré el chocolate y esta vaca se coló por un agujero de gusano.




                        Aquí Suiza, un país avanzado donde los campos se pueden dejar abiertos que la gente no se lleva nada, y donde el gobierno por consenso ya está en marcha: vamos, que no consienten que ningún partido político decida por ellos, quieren que les pregunten acerca de todo aquello que afecte a sus vidas y a su futuro.
                   (No me atreví a recomendarle España por lo que ustedes ya saben...)





                             A ver qué cuenta mi amiga pleyadiana cuando vuelva de su viaje a la Tierra... 

Mercedes Alfaya.

miércoles, 1 de mayo de 2019

Viaje a las Pléyades (tercera parte)


 Me han preguntado (de forma telepática, claro) que cómo se está por estos lares. Pues bien, unos ratitos de trabajo y otros de descanso, como en todas partes. Jardines no es que haya, pero, mira, te acoplas y te dejas inundar por el mar de estrellas. De broncearte, nada, aunque en el cutis sí que se nota. Será por el ozono, que aquí lo guardan en frasquitos y te lo puedes llevar de regalo. Lo que no debes es dormirte en las plataformas de descanso; véase el riesgo de porrazo mayúsculo.


                                                                   


     Aquí lo que prima es el silencio, no como en la Tierra que, de cinco minutos de charla, más de las tres cuartas partes se pierden en la sideral; quiero decir que ni se aporta nada ni te escucha la gente. Yo esto lo probé antes de venirme para acá. Dije: «Se está rifando un viajecito a las Pléyades y he comprado todas las papeletas». Y la gente se limitó a mirarme con una mueca bobalicona y a seguir con sus móviles. Claro, lo dije en el autobús de línea, con lo que, la posibilidad de que me tomasen por loca era la misma que la previsión de lluvia cuando lo de Noé, el ciento por cien. Pero bueno, que yo les voy a seguir informando de cómo van las cosas.

     Por cierto, me acabo de enterar de que están enviando señales a la Tierra a ver si la gente las pilla, porque, hablar de esto, así, abiertamente, no se puede. Los Arcontes andan por todas partes, y son peligrosos. Pero miren la foto que apareció en el monitor de abordo, esto es muy fuerte ¿no? En la calle, a plena luz del día... , pues ni lo vieron. 



           También han enviado agentes camuflados para que, en cualquier momento, ayuden a la población a evacuar. Esto hay que matizarlo, porque la palabrabreja no tiene nada que ver con dar de cuerpo (que también afecta a la mitad de la población). Pero, bueno, ya en su momento se verá. Aquí les dejo a un pleyadiano camuflado en el interior de un coche, tomen nota, están por todas partes. 





       Y no se olviden del sol. Ese sí que les puede dar un susto. ¿Se han fijado en cómo está el sol ahora? Yo, cuando llegue el momento, les aconsejaría que se dejasen llevar el cuerpo de carbono para que se les pueda instalar el otro, el de silicio (mucho más acorde con la nueva energía). Y que no se resistan, será peor. Entregarse y fluir, eso es todo. O, si se quieren venir a las Pléyades... Solo tienen que tomar papel y lápiz y a escribir lo que desean especificando todo muy bien (como hicieron los niños de Mary Poppins con la  petición de niñera). Luego, lo queman, o lo tiran por el water, y a esperar a que la nave aparezca y los absorba como a una mota de polvo...


Aquí con mi antiguo cuerpo de carbono simulando la matrix
      
       No se fíen de las apariencias, en el espacio todo rejuvenece. 
      Seguiremos emitiendo en frecuencias alfa y omega.
      Mientras tanto: sin noticias de Dios.

Mercedes Alfaya.