miércoles, 1 de mayo de 2019

Viaje a las Pléyades (tercera parte)


 Me han preguntado (de forma telepática, claro) que cómo se está por estos lares. Pues bien, unos ratitos de trabajo y otros de descanso, como en todas partes. Jardines no es que haya, pero, mira, te acoplas y te dejas inundar por el mar de estrellas. De broncearte, nada, aunque en el cutis sí que se nota. Será por el ozono, que aquí lo guardan en frasquitos y te lo puedes llevar de regalo. Lo que no debes es dormirte en las plataformas de descanso; véase el riesgo de porrazo mayúsculo.


                                                                   


     Aquí lo que prima es el silencio, no como en la Tierra que, de cinco minutos de charla, más de las tres cuartas partes se pierden en la sideral; quiero decir que ni se aporta nada ni te escucha la gente. Yo esto lo probé antes de venirme para acá. Dije: «Se está rifando un viajecito a las Pléyades y he comprado todas las papeletas». Y la gente se limitó a mirarme con una mueca bobalicona y a seguir con sus móviles. Claro, lo dije en el autobús de línea, con lo que, la posibilidad de que me tomasen por loca era la misma que la previsión de lluvia cuando lo de Noé, el ciento por cien. Pero bueno, que yo les voy a seguir informando de cómo van las cosas.

     Por cierto, me acabo de enterar de que están enviando señales a la Tierra a ver si la gente las pilla, porque, hablar de esto, así, abiertamente, no se puede. Los Arcontes andan por todas partes, y son peligrosos. Pero miren la foto que apareció en el monitor de abordo, esto es muy fuerte ¿no? En la calle, a plena luz del día... , pues ni lo vieron. 



           También han enviado agentes camuflados para que, en cualquier momento, ayuden a la población a evacuar. Esto hay que matizarlo, porque la palabrabreja no tiene nada que ver con dar de cuerpo (que también afecta a la mitad de la población). Pero, bueno, ya en su momento se verá. Aquí les dejo a un pleyadiano camuflado en el interior de un coche, tomen nota, están por todas partes. 





       Y no se olviden del sol. Ese sí que les puede dar un susto. ¿Se han fijado en cómo está el sol ahora? Yo, cuando llegue el momento, les aconsejaría que se dejasen llevar el cuerpo de carbono para que se les pueda instalar el otro, el de silicio (mucho más acorde con la nueva energía). Y que no se resistan, será peor. Entregarse y fluir, eso es todo. O, si se quieren venir a las Pléyades... Solo tienen que tomar papel y lápiz y a escribir lo que desean especificando todo muy bien (como hicieron los niños de Mary Poppins con la  petición de niñera). Luego, lo queman, o lo tiran por el water, y a esperar a que la nave aparezca y los absorba como a una mota de polvo...


Aquí con mi antiguo cuerpo de carbono simulando la matrix
      
       No se fíen de las apariencias, en el espacio todo rejuvenece. 
      Seguiremos emitiendo en frecuencias alfa y omega.
      Mientras tanto: sin noticias de Dios.

Mercedes Alfaya.





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