sábado, 26 de junio de 2021

REINICIA

 

A estas alturas ya deberíamos tener claro que somos un alma que encarnó a través de un portal (el útero materno) que conecta el otro lado con esta densidad y que, por medio de un cuerpo de carbono a modo de maquina-ordenador, nos permite habitar este planeta. Y todo esto que he dicho ¿para qué lo he dicho? … Ah, sí, (que se me va la pinza con la oratoria) esto venía porque hoy no me funcionaba el wifi; digo el wifi del ordenador (el mío, el que debería permanecer conectado a mí, a veces, tampoco me funciona, pero eso ya lo explicaré en otro momento).

En fin, que la red wifi decía que nanis-nanitis, aunque, sí que aparecía una indicación de la temperatura ambiente. ¡Qué curioso! El ordenador como los humanos cuando no tenemos nada que decir y hablamos del tiempo: “24ºC. Lluvia suave. Nubes y claros. Sin noticias de Gurb”.

Espera, voy a mirar por la ventana. ¡Uy! Hay cola en la fotocopiadora. Y la chica de la tienda de congelados en la puerta, mala señal. Cuando ves a los empleados de un comercio en la puerta hay que pensar dos cosas, una, que no entra ni un alma a comprar. Dos, que no se les ocurre nada que hacer dentro (y eso es malo, porque la ausencia de trabajo ha de tomarse como una oportunidad para cambiar cosillas de sitio, limpiar, ordenar, decorar…) Los parones, aunque la gente los vea como negativos, si les sacas partido, te ayudan a mejorar tu negocio, tu casa, tu vida, tu interior. Que me lo digan a mí, que todavía no me creo que haya tenido tiempo de “purgar” los armarios, limpiar mi agenda de contactos (algunos ya ni los reconocía, se habían puesto amarillos), eliminar de la despensa y de la nevera latas, pastas, zumos, dulces, lácteos, procesados, carnes…, y todo lo que no se ajusta a la dieta alcalina (imprescindible para sortear la que nos viene) y mejorar mi calidad de vida, además de trabajarme los tres requisitos indispensables para ascender a 5D: temple, tolerancia y desapego; lo dijo Andrea Barnabé. ¿La conoces?

Bueno, en la 3D no se está mal, aunque ahí no ocurre nada extraordinario. En cambio, cuando asciendes a 5ª, ¡guaaaauuu!, hasta compras un paquete de pipas con cáscara y la mayor parte te las encuentras peladas. También ocurren otras cosas. El otro día, sin ir más lejos, necesitaba un lápiz de ojos específico y lo dejaron de fabricar. ¡Vaya! La chica me ofreció otro muy parecido y mucho mejor de precio. Lo compré. Y ahora resulta que el lápiz será especial porque me ha mejorado la visión. Por ejemplo, donde antes solo veía gente pedante charlando de tonterías, ahora veo personas como yo, con sus miedos e inseguridades, unas acomodadas en su ignorancia, otras que quieren salir de ahí y todas a cuestas con su personaje, el que somos. Y lo que en otro estado de conciencia cabrea, como la demora en las colas de Mercadona, ahora lo disfruto y me distraigo mientras espero en el juego de ver si acierto el total de euros en las cuentas que paga la gente. «¡Uy! ,por poco, con este me equivoqué en dos euros».

Un momento… Acaba de cambiar la información del tiempo que aparecía abajo, en la esquina derecha del ordenador, ahora dice: “23ªC. Mayor nublado”. Y más cola en la fotocopiadora de enfrente.

 

En fin, que, si no hay manera, lo mejor es “reiniciar”: lo apagas todo, te acuestas, te tomas un vaso de agua templada y dices: “Quiero mirar la vida con los ojos limpios, algo que me permita borrar todos los programas que llevo implantados del óvulo de mi madre, del de mi abuela, del de mi tatara… Quiero ser yo en cada momento y hacer lo que siento, no lo que debo”. O algo así. El caso es disfrutar tu vida desde cero, reiniciar y que todo se actualice. Yo qué sé, igual te funciona, por probar que no quede.

 

Ha salido el sol y no hay cola en la fotocopiadora; claro, ya han cerrado. Sin noticias de Gurb

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