viernes, 31 de marzo de 2023

SI EL OTRO SOY YO...

 

                                                            


    Me encontré en la calle con una persona que hacía mucho que no nos veíamos. Charlamos a la sombrita de un árbol. Me dijo que yo le estaba ayudando mucho a aclarar sus dudas. En realidad, nos estábamos ayudando mutuamente, porque cada vez que me preguntaba algo, yo necesitaba primero aclararlo en mí para luego brindárselo.

    Uno de los interrogantes que me planteó fue este: Si veo que a una persona le cuesta  manejar  su vida, ¿le puedo ayudar?  Mi pregunta fue: ¿Te ha pedido ayuda?─ No (contestó)─. Entonces, ¿por qué quieres ayudarle? ¿Por qué sabes que sería mejor que tú intervinieras en lugar de que esa persona viera lo que tiene que ver mientras aprende con sus circunstancias? Es más ¿tú sabes cómo ayudarte a ti?, porque nadie puede brindar lo que no tiene.

    Nos quedamos un rato en silencio.

    El silencio me hizo comprender que yo trataba de hacer lo mismo con esta persona: ayudarle. En realidad, la persona me estaba pidiendo ayuda, no era que yo me hubiese  ofrecido a ello por las buenas, aunque la ayuda siempre es llevar al otro a sí mismo, no darle explicaciones de nada.

    Cuando llegué a casa, estuve pensando: Si  las personas somos espejos y lo que veo en el otro soy yo mismo: ¿para qué apareció esta persona en mi vida pidiéndome ayuda?

    Una estrella fugaz atravesó el cielo.

     Y saben qué, recordé un poema  y un chiste:

POEMA

A mis soledades voy,

de mis soledades vengo,

porque para andar conmigo

me bastan mis pensamientos.

 

CHISTE

Papá, si los Reyes Magos son los padres, ¿tú quién eres?

 

                                                                                    Merce- Xiaonik

No hay comentarios:

Publicar un comentario